Jorge Zavala Rivera
El objetivo de este artículo de Fernando Gonzalbo, publicado en Una idea de las ciencias sociales,[1] es presentar la relación de la historia con el problema del orden en las ciencias sociales. De entrada establece que “toda ciencia social es estudio del orden en alguno de sus planos”. En el caso de la historia, lo pone de manifiesto al hablar sobre el ejemplo de la divergencia acerca del orden, entre ilustrados y conservadores, que tuvo lugar en el siglo XVIII, cuyas consecuencias desembocaron en una Revolución.
Por una parte, los ilustrados propugnaban un orden “natural”, propio del individualismo y del racionalismo; contrario a ello, los conservadores defendían las fuerzas coercitivas de instituciones como la iglesia, el gobierno, etc. Como resultado de las contrariedades suscitadas entre dichas propuestas, tenemos un legado de escritos y hechos históricos, que pueden ser cognoscibles mediante la revisión historiográfica.
Sin embargo, dice Gonzalbo, el estudio del orden se ha vuelto problemático; la dificultad estriba en la manera de entender los fenómenos sociales. Tener una concepción definida del orden, sin duda, ayudará al científico social, llámese historiador, para no caer en alguno de los extremos de las corrientes de pensamiento ya descritas; de cuya discusión, dice Fernando, somos herederos.
Podemos decir, a manera de conclusión, que mediante la historia y sus huellas (documentos, historiografía), damos cuenta del pensamiento discordante que altera el orden; que el curso de la historia puede ser inteligible si no se generalizan procesos como la Ilustración, por ejemplo. De esta manera, se entenderá que los diferentes modelos se difuminan para dar origen a un nuevo orden, siempre susceptible de alteración.
[1] Gonzalbo Escalante, Fernando. “El problema del orden”, Una idea de las ciencias sociales. México, Buenos Aires, Barcelona: Paidós, 1999.
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