18 de marzo de 2009

Birmania VJ: informe de un país aislado

dir. Anders Ostergaard. Dinamarca, 2008. 84 min.



Arturo Cristerna Sánchez

No son nada nuevos los movimientos sociales que hoy en día se suscitan alrededor del mundo, las noticias de represiones estudiantiles, golpes de estado, guerrillas o marchas multitudinarias diariamente se llevan a cabo alrededor del globo, algunos de estos movimientos llaman nuestra atención más que otros, y hay otros que simplemente los soslayamos ante la aparente irrelevancia que representan, tal vez por la lejanía en donde acontecen. La mayoría de las veces nos enteramos de estos sucesos a través de noticieros mientras nos vestimos para ir al trabajo a la vez que observamos a un comunicólogo platicarnos sobre dicha noticia, o bien leemos algún diario o revista en el cual algún periodista de manera objetiva nos relata los hechos, y de esta manera nos sentimos informados. Pero que pasa cuando el cronista de la noticia es la misma persona que forma parte de un movimiento social del cuál nos está hablando, y mas aún, que pasa cuando las personas que integran dicho movimiento son perseguidas por un régimen militar y varios de sus miembros han desaparecido y en algunos casos asesinados.

El documental Birmania VJ capta precisamente lo anterior de una manera bastante conmovedora; dicho documental expone la perspectiva de un grupo de birmanos que ante la represión económica y social que el régimen militar gobernante ha impuesto en años recientes a la población, deciden filmar por medio de cámaras portátiles las protestas de los ciudadanos birmanos inconformes con la situación económica, política y social que su país vive y las detenciones por ellos sufridos por la policía birmana. Éstos reporteros, a pesar del riesgo que implica documentar las protestas contra el régimen, arriesgan su libertad para filmar día con día el desarrollo de un sentimiento de inconformidad que a la larga se convierte en un movimiento de protesta masivo, teniendo su punto culminante cuando se suman a la causa los monjes budistas que residen en aquel país. La fuerza que el movimiento va cobrando conforme pasan los meses se equipara con el aumento de la fuerza represiva que el régimen militar emplea para disuadir a los manifestantes, teniendo como desenlace la desaparición de 200 monjes budistas y el asesinato de cuando menos uno de ellos, además del asesinato de un periodista japonés por herida de bala en una marcha pacífica.

En conclusión, un documental sin duda alguna puede servir como vehículo para hacer llegar a miles de personas una noticia sobre un acontecimiento aparentemente lejano pero que nos dice mucho de la realidad social que incluso en México vivimos, pues la censura, las desapariciones por motivos políticos y la intolerancia gubernamental hacia las manifestaciones sociales son cuestiones que aún se siguen dando, por lo que además de que el documental nos invita a voltear hacia Asia para enterarnos de lo que allá sucede también nos invita a voltear hacia Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Ciudad Juárez, y a todos aquellos rincones de nuestro país en donde el autoritarismo y su consecuente impunidad actualmente hace sentir su presencia.

No hay comentarios: