24 de mayo de 2009

Persepolis

Por: César Alexis Marcial Campos

Persepolis.

Me pareció una película muy interesante por dos aspectos: la historia que nos narra y la historia de la vida del personaje en relación a la concepción de su propio pasado.
En primer lugar, la película nos relata una historia de una chica que vivió una etapa de conflictos bélicos, políticos, represivos, etc. Aunque se enfoca en la vida de una persona, podemos generalizar de cierta forma e inferir que en la mayoría de los casos muchos jóvenes sufrieron o fueron víctimas de esta coyuntura.
En segundo lugar, me pareció muy bien representado en la película, la forma en la que el personaje, cuando todavía es una niña, cree todo sin cuestionar. A pesar de que se ve infantil o “chusca” la forma en que representan la escena refleja (De cierta manera) cómo creamos una idea o tomamos una postura a partir de lo que escuchamos y nos rodea sin cuestionarla. Un peligro creo yo, en momentos en donde pensar diferente te acarrea la muerte. Abordando el segundo punto, mencionan que al instaurarse el régimen fundamentalista y pasados los conflictos bélicos, se impone en la educación una historia, que es una especie de manto que te impide ver la “realidad”. Es decir, se construye un discurso en pro del régimen establecido, que repercute en la memoria social. Como se menciona en la película: “Mucha gente no sabe por qué fueron a pelear, por qué razón tomaron las armas.” (Algo así dice) En conclusión, es una película amena, que me hace reflexionar sobre el nivel de influencia personal que tiene el contexto en el que llegamos a vivir y nos desarrollamos, las ideas y corrientes de pensamiento imperantes del momento. Finalmente, hasta qué punto somos nosotros individuos y hasta qué punto somos no individuos, sino colectividad, una construcción social.

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