Por Pedro Espinoza Meléndez
El objetivo del autor parece bastante claro, intenta reconstruir el pensamiento de Cristóbal Colón, el contexto hist6rico y las motivaciones personales que le llevaron a descubrir América. Para ello se sumerge en su mundo, algo que logra a través de testimonios ‑tanto propios como escritos en torno a su persona‑, así como de herramientas metodológicas provenientes de la filosofía, la antropología y la lingüística.
La influencia de la literatura en el trabajo es indudable. Todorov no solo lleva a cabo un análisis propio de las humanidades o las ciencias sociales, sino que realmente construye un personaje: un ser humano que inaugura el pensamiento moderno sin pertenecer a él, lleno de contradicciones que se mueven entre lo que hoy concebimos como religioso y secular, entre lo mítico y lo real.
En lo que respecta al análisis hermenéutico llevado a cabo por el autor, no puedo evitar remitirme a La invención de América de Edmundo O'Gorman. De alguna manera, se trata de un nuevo historicismo, basado en el pensamiento de filósofos alemanes como Heidegger y Gadamer, que se centra en la interpretación y la comprensión de los textos, situándolos en el momento histórico desde el cual son escritos.
Resultaría muy difícil hablar de que Todorov esta haciendo historia de las mentalidades, pues su atenci6n no se centra en describir y analizar lo que en Annales se concebía como mentalidades colectivas, sino que se enfoca en estudiar a un caso en específico, a un hombre en concreto. En ese sentido, me parece que se asemeja más a trabajos como el de Carlo Ginzburg, en El queso y los gusanos. Si tenemos en cuenta que lo que analiza son prácticas sociales y representaciones, es posible clasificar este trabajo como de historia cultural.
El análisis de los pensamientos, las ideas y los imaginarios de Colón, nos hacen damos cuenta de que para comprender los hechos y procesos históricos, no basta con reconstruir una realidad social a la que podamos acceder objetivamente, sino que es necesario introducimos en el mundo de las subjetividades. Son las representaciones, los mitos y las creencias de los individuos los que, en gran medida, determinan tanto las decisiones y los actos de los individuos, como el testimonio que intencional o involuntariamente han dejado de ello.
Todorov identifica como las motivaciones religiosas de Cristóbal Colón ejercen un enorme peso sobre sus decisiones, al igual que su sentido medieval del mundo y de la realidad. Él interpreta el mundo que encuentra en el Nuevo Continente a partir de su realidad occidental, de sus creencias y de sus propios referentes. Y es a partir de dicha interpretación del mundo que trata de comprender a los otros.
Sin embargo, según lo planteado por el autor, Colón nunca pudo ni comprender a los otros ni comunicarse con ellos. Las barreras del lenguaje se impusieron, no solo en tanto que el lenguaje es un idioma, sino que también es un mundo, y que engloba no solo relaciones entre palabras y cosas, sino también referentes culturales y representaciones del mundo.
Todorov logra un doble objetivo en este trabajo: por un lado es capaz de sumergimos dentro de otro mundo, de otro tiempo. Nos muestra lo que un individuo clave nuestra forma de entender el mundo pensaba y creía, lo que anhelaba y lo que de alguna forma conducía sus acciones. Por otra parte nos plantea el problema del otro, la importancia y los límites del lenguaje, de los referentes, de los significados... Nos ubica en un plano que va más allá de lo que tradicionalmente se concibe como reflexión histórica, acercándonos a lo antropológico y lo filosófico.
Tzvetan Todorov, "Descubrir" La conquista de América, el problema del Otro. México: Siglo XXI, 2001.
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