2 de diciembre de 2008

El mundo como representación, de Roger Chartier.

Comentario por Sarai Espinoza
“El mundo como representación”.
En el capítulo “El mundo como representación” de Roger Chartier, se mencionan algunos de los cambios más relevantes por los que a atravesado el estudio de la historia así como los medios de los que ésta última se ha valido para sustentar esas modificaciones. El capítulo para su mejor comprensión se divide de la siguiente manera: un diagnóstico en duda, tres desplazamientos en forma de renuncia, el mundo del texto y el mundo del lector: la construcción del sentido, de la historia social de la cultura a una historia cultural de lo social, representaciones colectivas e identidades sociales, el sentido de las formas, y por último figuras del poder y prácticas culturales.

Uno de los primeros temas que se abordan en el capítulo El mundo como representación, es el de las percepciones que se tienen de la historia así como de la relación que ésta tiene con otras ciencias. Además el autor señala una crisis general en las ciencias sociales; en el caso de la historia la prioridad en cuanto a temas, análisis, y explicaciones va cambiando situación que genera modificaciones en la disciplina misma. Como el hecho de que se desarrollaran nuevas perspectivas de estudio en este caso, la historia cultural fundamentada en nuevos temas, construcciones, representaciones, entre otras (Roger Chartier, 46-47). Chartier menciona que existían en la historiografía tres principios inteligibles que habían dominado la disciplina por años: el proyecto de una historia global, la definición territorial de los objetos de investigación y por último la importancia dada a la organización social (Ibíd., 49) situación que se modifica, en cierta medida, con los estudios culturales.

Otra de las formas de concebir el estudio de la historia para el autor, es a través de las construcciones narrativas expresadas en la lectura. Para Chartier la lectura es una pieza fundamental de las nuevas explicaciones, ya que a través de esta el individuo puede crear sus propias percepciones de los diversos procesos históricos. Por otro lado, el autor pone a discusión el tema de la historia cultural; primero al hablar del cambio de historia social a historia culturales esta nueva acepción de cultura entran las formas nuevas en que se marcan las diferencias sociales y prácticas culturales; y en segundo termino lo que significan las representaciones e identidades dentro de la historia cultural.

Para Chartier “las acepciones de la palabra “representación” muestran dos familias de sentidos aparentemente contradictorios: por una lado, la representación muestra una ausencia, lo que supone una neta distinción entre lo que representa y lo que es representado; por el otro, la representación es la misma exhibición de una presencia, la representación pública de una cosa o una persona (Ibíd., 57). Para Chartier la representación es concebida dentro de las explicaciones, puede tener un significado particular o simplemente concebirse de una idea vaga. A su vez la representación se puede entender como una imagen que podría en un momento determinado, ejemplificarse a través de un objeto, un instrumento o canalizarse como algo real. Claro esta que la discusión que se hace de las representaciones, las formas o las prácticas culturales se centra en el hecho de los “nuevos” aportes que hace la historia cultural a la disciplina en sí.
El capítulo nos menciona aspectos interesantes, que de alguna forma, construyen a la historia cultural; que propicia cambios en las forma de interpretar, descifrar y explicar las problemáticas históricas.

Bibliografía
Chartier, Roger. “2. El mundo como representación” en El mundo como representación. Estudios sobre historia cultural. Barcelona: Gedisa, 2005.

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