3 de diciembre de 2008

Historia Cultural, reinterpretación y aporte de nuevas problemáticas para la historia

Por Sarai Espinoza

En el presente ensayo abordaré algunas de las cuestiones que considero, más importantes de la historia cultural. Para empezar, trataré el punto de lo qué es o conforma a la historia cultural, desde los aportes de Peter Burke con “Qué es la historia cultural”; y Roger Chartier con, “La nueva historia cultural”. Después haré mención de algunos de los aportes fundamentales de la historia cultural a la disciplina en sí, además de su forma de estudiar a la historia: como lo es la cuestión de géneros con Michelle Perrot en “Salir”, las formas o construcciones de los discursos con Tzvetan Todorov en su capitulo “Descubrir”, y por último la diversidad del uso de fuentes plasmadas en los escritos de Marc Ferro “El cine: un antianálisis de la sociedad” y Marcel Detienne “El mito. Orfeo y miel”. citar

Para iniciar este trabajo es fundamental poner sobre la mesa la complejidad del termino Cultura, enunciado en su mayoría por antropólogos; y cuya definición misma genera un sin fin de posibles resultados. Como acontece con tantas actividades humanas, cualquier solución al problema de escribir la historia cultural acaba por generar sus propios problemas más pronto o más tarde. Según Peter Burke, comprender a la historia cultural genera un conflicto, al pretender dar sentido a todos los cuestionamientos que esta podría generar. [1]

El término cultura solía referirse a las artes y las ciencias, luego se usó para describir los equivalentes populares de las artes y las ciencias: música popular, medicina popular, etc. En la última generación, la palabra ha pasado a referirse a un vasto repertorio de objetos (imágenes, herramientas, casas, etc.) y prácticas (conversación, lectura, juego).[2] Por otro lado, el hablar de cultura nos lleva a problematizar entre lo popular y “lo sabio”. Roger Chartier pone de manifiesto las críticas constantes hacia la llamada cultura popular, debido a que, según el autor, es imposible encasillar a la cultura a partir de prácticas o ideas.

Más allá de expresar un significado como tal, considero que la mejor forma de entender a la historia cultural se centra en los cambios que ésta propicio en el estudio de la historia. Uno de los más relevantes sería la participación con otras ciencias, dicho de otra manera la interdisciplinariedad en la historia. La new cultural history encuentra modelos de inteligibilidad en disciplinas vecinas que los historiadores habían frecuentado poco hasta entonces: por un lado, la antropología; por otro, la crítica literaria.[3] Además de una unión especial que se forja con otras disciplinas como la filosofía, sociología, entre otras. La escuela de los Annales, desde los tiempos de Bloch planteo la necesidad de la interdisciplinar. Peter Burke expresa una opinión particular acerca de los aportes de la filosofía al enfoque de cultura; sobre todo a las críticas marxistas a los historiadores culturales, como el hecho de sobreestimar la homogeneidad cultural o ignorar los conflictos culturales.[4]

Otro de los elementos fundamentales en la historia cultural es la diversificación en cuanto a temas de de interés y a las explicaciones que de estos se generan. Uno de los principales aportes a lo anterior, son la crítica-construcción de textos y las significaciones mencionadas por Chartier; o el análisis de contenido y crítica de las fuentes que Peter Burke aborda; que la historia cultural permita el análisis de temas como las mujeres, la cotidianidad, valores, conductas, etc., evita usar el etc. propicia una propuesta mayor de fuentes documentales a investigar. Por ello la relevancia de presentar en este ensayo algunos de los trabajos historiográficos que expresan lo anterior.

Sin lugar a dudas uno de los temas que generó controversia fue el estudio de las mujeres. Michelle Perrot en “Salir”, refleja algunos de los cambios más relevantes por los que atravesó la mujer, sobre todo a partir del siglo XIX. Donde se convierten en piezas claves de varios procesos, permitiendo de esta forma la consolidación de una nueva forma de concebir a la historia. Las mujeres supieron apoderarse de los espacios que se les dejaba o confiaba, y desarrollar su influencia hasta las puertas mismas del poder. Allí encontraron los lineamientos de una cultura, matriz de una conciencia de géneros.[5]

Tal como lo expresa Perrot el estudio de las mujeres propicia un “nuevo” aporte de la historia cultural. Debido a que una se deja de lado la hegemonía masculina expresada durante años, para dar paso a una historia de las mujeres estudiada, analizada y expresada por una mujer. “Salir” como su nombre mismo lo indica, refleja aquel momento en que las mujeres pudieron formar parte activa de la sociedad. “Salir” expresa el cambio estructural que hubo en las mujeres; “Salir” representaba la idea de modificar la relación hombre-mujer, pero sobre todo cambiar la relación mujer-sociedad ya no sólo como creadora de hogares sino también como ser pensante, activo e individual. Perrot, y en específico “Salir” podrían ser para la historia cultural ese punto de unión entre las mujeres y los estudios historiográficos.

Además de la cuestión de géneros otros de las reinvenciones de la historia cultural, se centra en la forma en que se construyen los discursos historiográficos. En el capítulo “Descubrir”, Todorov realiza un análisis, construcción e interpretación de un personaje a través de las representaciones. Representaciones que se centran en la explicación de ciertas imágenes; Todorov trata de analizar un momento y personaje histórico mediante el análisis de sus diálogos, en este caso las cartas de Colón.[6] Para Todorov, a través del uso de las imágenes, representaciones y lenguajes se puede describir el pensamiento de un individuo, elementos que tanto Burke como Chartier vinculan a la conformación de la historia cultural.

Por otro lado, dentro de la diversificación de las fuentes dentro de la historia cultural encontramos dos elementos, antes ignorados por la historia, como: el Cine y la Literatura. En su capítulo, El cine “¿Un contraanálisis de la sociedad?”, Marc Ferro hace referencia a la diferencia de temporalidades entre el cine y la historia; el autor percibe al cine como una fuente, que conforme el análisis del lenguaje puede ser empleado en el discurso histórico. [7] El cine tiene la capacidad de dar imagen a aquellos sucesos solo escritos, o expresar situaciones emocionales que para la historia se vuelvan más complicadas pero a la vez enriquecedoras. Ojo aquí, Ferro plantea esto en los setenta, como parte de la tercera generación de los Annales. Lo interesante en este caso como en el de Perrot es cómo se desarrolla el estudio de estos temas que plantean desde la perspectiva de la historia cultural, que los enriquecen. De alguna manera, ambos autores son antecedentes fundamentales de estas líneas de estudios.

Además de los aportes del cine, también encontramos aquellos que realiza la literatura. Marcel Detienne en “El mito Orfeo y miel”, señala algunas de las características primordiales de la construcción de un mito y el análisis “histórico” que de éste se pudiera hacer. Los modelos estructurales del mitólogo no pueden pasar sin análisis del historiador, sin los cuales su coherencia y su lógica estarían privadas de fundamento.[8] Es decir, que no se puede ver a una disciplina distante de la otra, o completamente lejana, sin que una u otra no pudiesen generar beneficios entre sí. Es el mismo caso de Ferro y Perrot, entonces la pregunta es ¿desde cuando la historia cultural? ¿Cuáles son sus antecedetes? No te olvides de situar a los autores y sus textos, cuándo escriben, a que tradición historiográfica pertenecen, cómo se relacionan con la historiografía contemporánea. Esto tiene que ver con la crítica de fuentes, historiográficas en este caso.

Lo analizado en este ensayo, se centro básicamente en los autores y temas que más me interesaron durante el semestre, además de los autores que a mi criterio dejaron un cuestionamiento en mi persona. Es innegable que los aportes de la Historia Cultural a la disciplina han sido muchos, desde los nuevos temas a debatir, la forma en que se analizarían los documentos, la estructura de los trabajos y por ultimo el análisis de sus contenidos. Cada uno de los autores abordados en este ensayo refleja, en una mínima parte, lo qué es y cómo se conforma la historia cultural. Partiendo desde sus principios básicos con Burke y Chartier hasta la discusión que podría significar el aceptar a la literatura o al cine como una fuente histórica.

Bibliografía

Burke, Peter. “Capítulo 2. Problemas de la historia cultural”, ¿Qué es la historia cultural?. Barcelona: Paidós, 2006.
Chartier, Roger. “La nueva historia cultural”, El presente del pasado. Escritura de la historia, historia de lo escrito. México: Universidad Iberoamericana, 2005.
Detienne, Marcel. “El mito. Orfeo y miel” en Hacer la historia. Vol. III. Nuevos temas, dir. Por Jacques Le Goff y Pierre Nora, Barcelona: Laia, 1980
Ferro, Marc. “El cine: un antianálisis de la sociedad” en Hacer la historia. Vol. III Nuevos temas. Barcelona: Laia, 1978.
Perrot, Michelle. “Salir”, Historia de las mujeres en Occidente, dir. Georges Duby y Michelle Perrot. Madrid: Taurus, 1993.
Todorov, Tzvetan. “1. Descubrir”, La conquista de América. El problema del otro. México: Siglo XXI, 2001.
[1] Peter Burke, “Capítulo 2. Problemas de la historia cultural” en ¿Qué es la historia cultural?, (Barcelona: Paidós, año), 35.[2] Ibíd., 45 .[3] Roger Chartier, “La nueva historia cultural” en El presente del pasado, Escritura de la historia, historia de lo escrito, (México: Universidad Iberoamericana, año), 14.[4] Burke, “Problemas de la historia cultural”, 38-39[5] Michelle Perrot, “Salir” en Historia de las mujeres en occidente, (Madrid: Taurus, año), 155.[6] Tzvetan Todorov, “1. Descubrir” en La conquista de América, el problema del otro, (México: Siglo XXI, año), 23-25[7] Marc Ferro, “El cine: un contraanálisis de la sociedad” en Hacer la historia. Vol. III Nuevos temas, dir. Por Jacques Le Goff y Pierre Nora, (Barcelona: Laia, año), 241. [8] Marcel Detienne, “El mito. Orfeo y miel” en Hacer la historia. Vol. III. Nuevos temas, dir. Por Jacques Le Goff y Pierre Nora, (Barcelona: Laia, año), 78.

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