Los que se quedan

dirs. Juan Carlos Rulfo y Carlos Hagerman. México, 2008. 88 min.


Alma E. Ortíz


“Papá no te vayas, quédate con nosotros, aunque sólo comamos aguacate con sal..”


Ambulante gira de documentales 2009 es un festival de cine documental itinerante no lucrativo cuyo propósito es capturar imágenes, vivencias y sentimientos de temas que por su cotidianidad pasan desapercibidos y vamos descuidando su importancia dentro de éstas redes sociales tan complejas en que nos desenvolvemos.

El día viernes 6 de marzo, tuve la oportunidad de ver uno de los 46 documentales, que este año se presentan en la ciudad de Tijuana, titulado “Los que se quedan” bajo la dirección de Juan Carlos Rulfo y Carlos Hagerman, quienes presentan una de tantas aristas del fenómeno mexicano, migración; pero a diferencia de otras investigaciones que se centran en todos los problemas que migrantes mexicanos enfrentan desde su salida de su terruño hasta la llegada ilegal a Estados Unidos, o las causas por las cuales migran los mexicanos o el resentimiento que existen hacia las instituciones políticas, etc., Los que se quedan se enfoca en las historias personales de las familias afectadas por la partida de sus seres queridos y captura nuestra atención desde el inicio del documental, al sensibilizarnos en cómo, la migración da un formato distinto a la vida cotidiana, los proyectos y aspiraciones, a la visión de distancia y tiempo de miles de familias en todos los rincones de nuestro país.

De éste tema se habla poco y se proyecta aún menos; Los que se quedan, es una propuesta para entender y explicar ese vacío que deja la ausencia de un ser querido. Si alguien te preguntará ¿cómo notarías que alguien ésta ausente?, la respuesta con seguridad tendrían características similares en cada uno de nosotros. El contenido puro de las vivencias de las familias seleccionadas de distintas partes de la República Mexicana (La cañada en Jalisco, La sombra del guayabo en Zacatecas, Las Barrancas de Puebla, San Cristóbal de las Casas, Chiapas) que éste documental aborda, entrelaza las historias, sin que una sea más importante que la otra, en ningún momento de los 88 minutos que dura la proyección, los directores victimizan a éstas familias, ni pretenden dar lecciones nacionalistas o dejarnos un sentimiento reaccionario contra el sistema político; el sentimiento es más espiritual , más llano.

Claros son los ejemplos a la vista y al oído, de estas familias, cuando, después de siete o nueve años, no han tenido contacto físico con el ser ausente y que sólo un medio de comunicación ya sea por carta o bien el teléfono, son quienes han mantenido, el lazo de la esperanza del regreso. Cuando el padre de Yamile una adolescente de 15 años, vuelve después de 9 años de ausencia, por estar trabajando en Estados Unidos, e inician esa relación padre e hija, no encuentran palabras que llenen ese tiempo, y, Yamile como muchas hijas de migrantes expresa unas palabras muy sencillas, esas palabras que miles de hijos e hijas gritan la mayoría de las veces en silencio, las de Yamile fueron: “papá no te vayas, quédate aquí con nosotros, aunque solo comamos aguates con sal”, así es el vacío de “Los que se quedan”.