29 de mayo de 2009

EL INTERROGATORIO DE MENOCCHIO

Por: Alberto Díaz Ramírez[1]
Carlo Ginzburg en su libro El queso y lo gusanos[2] nos presenta una nueva forma de abordar la historia, centrando su atención en la vida de un molinero de las colinas de Friuli, en la Italia del siglo XVI. La historia de este personaje versa en torno a un interrogatorio que se le practicó por parte del Santo Oficio debido a sus ideas heterodoxas en contra de la Iglesia, en un momento delicado por el expansionismo de la Reforma luterana. Menocchio fue un crítico contra la jerarquía de la iglesia católica, la cual era dueña de la mayoría de las tierras que arrendaban a los campesinos, haciéndolos más pobres, cobrándoles por las misas de muertos, las reliquias e imágenes, que para los ojos de este molinero fruliano eran vistas como mercancías con el único objetivo del lucro. Asimismo, reprochaba la sociedad arcaica a la cual pertenecía y a lucha de las facciones políticas nobiliarias que se disputaban el poder de la comarca fruliana.
Ginzburg, contextualiza lo que pasaba en ese periodo y extra muros de la región de donde vivía Menocchio, especifica cada uno de los momentos precisos de los interrogatorios que se le practicaron, así como de las acusaciones y confesiones que realizó, analizándolas para una mejor comprensión de lo acontecido en ese momento. Lo interesante de su obra es cuando expone y muestra la influencia de las ideas que tenia Menocchio al llevar la relación de los libros que leyó y la supuesta mal lectura de estos, donde enlazó sus pensamientos con la cultura oral mezclándola e induciéndole a formular las opiniones que decía él habían surgido de su cerebro. En este punto Ginzburg, acota muy bien y precisa la influencia de cada uno de los textos leídos y el por qué eran considerados en su tiempo como prohibidos.
Esta obra es muy importante, ya que es una de las precursoras de la nueva corriente historiográfica conocida como la microhistoria, rama de la historia social desarrollada en la época de los 60 en adelante. Impulsadas por el propio Carlo Ginzburg, Carlo María Cipolla y Giovanni Levi, denominada como la microhistoria italiana; la cual ha recibido muchas críticas como también elogios por ser la pionera en su tipo y por mostrarnos una nueva forma de abordar la historia, pero esta vez de los sin historia, es decir, desde los de abajo, los que anteriormente no habían sido siquiera tomados en cuenta y marginados por la vieja forma de hacer historia o los grandes meta-relatos.
[1] Seminario de Historia Cultural 14/04/2009.
[2] Ginzburg, Carlo. “Menocchio” a “Callejón sin Salida, en El queso y los gusanos. El cosmos según un molinero del siglo XVI. México: Océano, 1997, pp.34-79.

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