Por: Alberto Díaz Ramírez*
En esta lectura Roger Chartier[1] nos presenta una descripción de cómo se realizaba la lectura en voz alta en los albores y postrimerías del siglo XVI y XVII, en la Europa moderna, utilizada por las elites letradas para socializar y convivir en torno a un lector. Narra que la lectura en esas épocas se definía como un acto privado, íntimo y secreto. No así, la lectura en voz alta, la cual se convertía en una práctica de sociabilidad a la que reunía un buen número de personas asiduas a escuchar la lectura ya fuesen de comedias, libros de caballería como el Quijote, novelas o epístolas.
De igual forma la lectura en voz alta se hacía dentro de las milicias, en su tiempo de ocio, durante la campaña militar, se reunían y socializaban entorno a esta actividad. Propiciando la imaginación más ávida de sus escuchas.
La lectura individual e intima alimentaba el estudio y las reflexiones personales, mientras la que se hacía en voz alta sugería comentarios, criticas, debates, conferencias entre amigos o intercambio de argumentos entre sí. Así, pues, la lectura escuchada se convirtió en una actividad colectiva. Sin embargo, no siempre se practicaba entre gente que se conociese o se frecuentase, es decir, amigos, sino también se hacía en viajes, estableciendo y creando lazos temporales entre los compañeros del viaje. Esta práctica se llevaba a cabo desde el gran salón de las clases altas hasta la parroquia, la milicia, las tabernas, veladas campesinas y las alcobas familiares, permitiendo así la difusión de historias, cuentos, poemas e historias conocidas de memoria. De esta manera se establecía un vínculo de relaciones múltiples, de intercambio conyugal, obediencia filial, educación paternal, generando a través de la lectura y la palabra una relación con el otro.
Roger Chartier, en este texto nos muestra como la lectura fue un instrumento de sociabilidad durante la Europa Moderna, además de que logra acoplar y conjuntar todas estas historias en una narrativa fluida que nos brinda otra perspectiva de cómo se percibía esta actividad, que hoy consideramos intelectual. Ejemplificando las prácticas sociales y las interacciones que se desarrollaban en torno a “el mundo del texto” y “el mundo de lector”.
* Seminario de Historia Cultural 24/03/2009.
[1]Chartier, Roger. “Ocio y sociabilidad: la lectura en voz alta en la Europa Moderna”, en El mundo como representación. Estudios sobre historia cultural. Barcelona: Gedisa, 2005.
En esta lectura Roger Chartier[1] nos presenta una descripción de cómo se realizaba la lectura en voz alta en los albores y postrimerías del siglo XVI y XVII, en la Europa moderna, utilizada por las elites letradas para socializar y convivir en torno a un lector. Narra que la lectura en esas épocas se definía como un acto privado, íntimo y secreto. No así, la lectura en voz alta, la cual se convertía en una práctica de sociabilidad a la que reunía un buen número de personas asiduas a escuchar la lectura ya fuesen de comedias, libros de caballería como el Quijote, novelas o epístolas.
De igual forma la lectura en voz alta se hacía dentro de las milicias, en su tiempo de ocio, durante la campaña militar, se reunían y socializaban entorno a esta actividad. Propiciando la imaginación más ávida de sus escuchas.
La lectura individual e intima alimentaba el estudio y las reflexiones personales, mientras la que se hacía en voz alta sugería comentarios, criticas, debates, conferencias entre amigos o intercambio de argumentos entre sí. Así, pues, la lectura escuchada se convirtió en una actividad colectiva. Sin embargo, no siempre se practicaba entre gente que se conociese o se frecuentase, es decir, amigos, sino también se hacía en viajes, estableciendo y creando lazos temporales entre los compañeros del viaje. Esta práctica se llevaba a cabo desde el gran salón de las clases altas hasta la parroquia, la milicia, las tabernas, veladas campesinas y las alcobas familiares, permitiendo así la difusión de historias, cuentos, poemas e historias conocidas de memoria. De esta manera se establecía un vínculo de relaciones múltiples, de intercambio conyugal, obediencia filial, educación paternal, generando a través de la lectura y la palabra una relación con el otro.
Roger Chartier, en este texto nos muestra como la lectura fue un instrumento de sociabilidad durante la Europa Moderna, además de que logra acoplar y conjuntar todas estas historias en una narrativa fluida que nos brinda otra perspectiva de cómo se percibía esta actividad, que hoy consideramos intelectual. Ejemplificando las prácticas sociales y las interacciones que se desarrollaban en torno a “el mundo del texto” y “el mundo de lector”.
* Seminario de Historia Cultural 24/03/2009.
[1]Chartier, Roger. “Ocio y sociabilidad: la lectura en voz alta en la Europa Moderna”, en El mundo como representación. Estudios sobre historia cultural. Barcelona: Gedisa, 2005.
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