29 de mayo de 2009

Los conflictos a través de los ojos de la inocencia

Por: Carlos M. Martínez Nájera[1]

El filme de nombre Persépolis[2] esta situado en Irán, durante un régimen dictatorial que oprime a al pueblo y los mantiene en el miedo constante, mas sin embargo en esta historia el rol principal se lo lleva una niña de nombre: Marjane que ve pasar todo el movimiento contra el régimen y el sufrimiento de diferentes familias que de algún modo están entrelazadas a su vida cotidiana.

La cinta de desarrolla en distintas fases el crecimiento de Marjane, que va desde su niñez hasta su adultez joven, durante su desarrollo conoce diferentes individuos que le cambiaran la forma de ser y reivindicaran su identidad, sus raíces que tanto Marjane quería ocultar por vergüenza.

Podemos tomar la cinta como un ejemplo que pudiera situarse a la vida de cualquier joven que viva en una zona de conflicto, sin duda todo lo que se desenmaraña alrededor de un sujeto tiene una repercusión en su forma de ser y en este caso, Marjane forja su futuro entre la belicosidad de un país, el desinterés mundial y el amor de una familia que esta unida a pesar de la situación.

Persepolis es una clara muestra de valores familiares y sociales que nos remontan a que ningún ser humano es tan diferente como se pudiera pensar, pues sin duda alguna se comparte un fin en común, el cual es la preservación del mismo, y mas aun de la familia ese vinculo casi sagrado que se perpetua mediante la tradición.



[1] 362, Seminario de Historia cultural, Martes 26 de Mayo de 2009

[2] Persépolis, dir. Vincent Paronnaud; 2007

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