29 de mayo de 2009

PERSEPOLIS

Alberto Díaz Ramírez*
La película por nombre Persepolis[1] es una adaptación de una novela a comic, en donde nos narra una historia, sobre una niña llamada Marjane Satrapi, joven niña con sueños e ideales de libertad, igualdad y sed de curiosidad inquietante. Sin embargo, se ve atrapada en un acontecimiento inusual y nuevo para ella, el derrocamiento del Shah, donde participan sus padres en la búsqueda y esperanza de una mejora social. No obstante, dicho movimiento pronto los decepcionará cuando se da inicio a la revolución islámica y el ascenso al poder de un grupo fundamentalista islámico, quien impone nuevas reformas sociales y políticas, a un país que se hallaba influenciado por las ideas culturales y costumbres occidentales que poco a poco hacían mella en su sociedad. Así, pues, se dará comienzo a un periodo de represión política y social, aunada, a los horrores de la guerra entre Iraq e Irán, que inician en 1980 y se prolongan hasta 1988.
Debido a tal situación, sumamente delicada, en la que parientes y amigos de Marjane y de sus padres se ven afectados e incluso asesinados y ejecutados por el régimen en turno, así como del caos imperante e inestabilidad, muerte y putrefacción en dicho país. La joven niña por iniciativa de sus padres es enviada y exiliada a Viena, Austria, en búsqueda de un mejor nivel de vida y tranquilidad, que según sus padres, sólo en Europa podría encontrar tanto para sus ideas e integridad. Pero en dicha tierra de lengua germánica no logra encontrar lo que tanto desea y empieza a sortear con dificultades y peripecias que le hacen tener una constante movilidad, aprendiendo de personas y filosofías. No obstante, sus ideas y su nacionalidad le causaran problemas para su total adaptación y aceptación por lo que regresa a su país, una vez finalizada la guerra entre Iraq e Irán.
Sin embargo, al poco tiempo de su regreso y reintegración al modo de vida de su país, se encuentra con la censura a sus ideas y costumbres adquiridas en la Europa “libre”, lo cual le ocasiona muchos problemas, al ver que el gobierno es muy extremo y represivo hacia los disidentes políticos. Por lo que posteriormente se ve nuevamente en la necesidad de dejar su país, pero esta vez de forma permanente. Aceptando su origen y su herencia iraní.
Es, pues, una película con una visión europea y un buen discurso articulado. No obstante creo que se omiten ciertos aspectos del conflicto y lo abordan a la forma occidental. No quiere decir esto que esté a favor de lo que pasó y sigue pasando en esta parte del mundo. Pero considero que hay aspectos muy complejos en la trama.
Es cierto y lamentable el sufrimiento que experimentan las mujeres musulmanas ante estos regímenes extremistas y fundamentalistas, los cuales privan de cualquier libertad e igualdad y derechos a la mitad de su población, rezagándola y marginándola. He ahí, pues ya la consigna de este film, en mostrar la otra cara que desconocemos o quizás sabemos que existe, pero poco hacemos por buscar un cambio. Es mucho lo que se discute de forma oral, pero creo que es necesario que se emprenda otra actitud más enérgica y no pasiva. Porque si no, esta consigna quedará muda como muchas otras más. No sólo en el Medio Oriente, sino también en la África musulmana y negra, además de Asia. Creo que muchos esperaban un cambio con la ascensión de Bhutto en Pakistán, pero desafortunadamente la irracionalidad y el fervor exacerbado de ciertos misóginos, quienes interpretan su libro sagrado de forma muy lineal, han hundido la esperanza para muchas mujeres en el mundo árabe, musulmán y de cambio cultural y social en estos albores del siglo XXI.
* Seminario de Historia Cultural. 19/02/2009.
[1] Satrapi, Marjane y Vincent Paronnaud. Persepolis. Marc-Antoine Robert y Xavier Rigault: Francia, 2007, dur. 95 min.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Excelente análisis, en el cine como en otros medios de expresión cuenta mucho la visión del autor-realizador, su horizonte, y en este caso Persépolis está hecha en Europa con su visión de otra realidad