Por Álvaro Alejandro Evangelista Sepúlveda[1]
Isaac Asimov es el autor de Preludio a la Fundación. Nació en Bielorrusia el 2 de enero de 1920 y murió el 6 de abril de 1992. Fue un escritor y bioquímico ateo judío nacionalizado estadounidense, autor de obras de ciencia ficción, historia y divulgación científica. Junto con Robert A. Heinlein y Arthur C. Clarke, fue considerado en vida como uno de los "Tres Grandes" escritores de la ciencia ficción. Fue bioquímico por la Universidad de Columbia (1939), obtuvo un postgrado en bioquímica por esta misma universidad (1941) y consigue el grado doctor en química en 1948. Algunas de sus obras son: Yo, Robot (1950), Un guijarro en el cielo (1950), En la arena estelar (1951), Fundación (1951), Fundación e Imperio (1952), Segunda Fundación (1953), El hombre bicentenario y otras historias (1976), Los límites de la Fundación (1982), Fundación y Tierra (1986), Preludio a la Fundación (1988) y Hacia la Fundación (1993, póstuma).[2]
El libro Preludio a la Fundación fue escrito por Asimov para darle un comienzo estructurado a su saga de la Fundación y explicar ciertos aspectos que poco claro quedaban en el resto de los libros relativos a esta temática. El texto está conformado por una nota del autor y diecinueve capítulos, entre los que encontramos “Matemático”, “Universidad”, “El libro” y “Wye”. Asimov se sirve de ellos para desarrollar su narración y darle un ordenamiento lógico a ésta.[3]
Pues bien, el libro cuenta la historia de Hari Seldon, un matemático nativo del planeta Helicon, uno de los veinticinco millones de planetas conformantes del Imperio Galáctico de Trántor, pues para esta época del desarrollo de la humanidad ésta a dejado y olvidado la Tierra y se ha esparcido por todos los planetas habitables de la galaxia, al principio ayudados por sus ejércitos de robots y han fundado un imperio.
Este personaje acaba de dar una conferencia en la que propone combinar las matemáticas, la historia y la psicología para crear la psicohistoria, una disciplina capaz de suponer y en un caso extremo conocer a detalle el posterior desarrollo de la humanidad, bajo ciertos límites y condicionado por determinadas variables. Esta idea llega a oídos del emperador de Trántor, Cleón I y éste le pide que desarrolle la psicohistoria, ya que desea conocer su futuro, pero Seldon le dice que eso es imposible y esta disciplina si funciona, sólo puede serlo para grandes colectivos y no para individuos. Esto molesta al emperador y con ayuda de un periodista llamado Chetter Hummin logra huir del Sector Imperial, iniciando con ello una serie de viajes por todo el planeta Trántor, en aras de escapar de las fuerzas imperiales.
Tras estar en los sectores de la Universidad de Streeling, Mycogen, Dahl y Wye, Hari Seldon obtiene información sobre el planeta de origen de los humanos y la destacada participación de los robots en la colonización de la galaxia. También conoce la importancia de las diferencias culturales que existen no solo entre los humanos provenientes de diferentes planetas, sino entre los mismos habitantes del planeta Trántor y como se desarrolla la política imperial en este sentido.
Un personaje que tiene singular relevancia en la saga de la Fundación es Daneel Olivaw, un robot con características humanas, que tiene veinte mil años de vida y que es capaz de influir en las emociones humanas. En este libro él se hace pasar por Eto Demerzel, el jefe de Estado Mayor Imperial y por el periodista Chetter Hummin. Él revela a Seldon la existencia del planeta Tierra, la función de los robots con la Ley Zeroth de la robótica, (un robot no puede lastimar a la humanidad ni, por inacción, permitir que la humanidad sufra daños) y la preocupación sobre el destino de la humanidad durante los siguientes treinta mil años.
También establece que hay dificultades para la psicohistoria, dado que el Imperio ha eliminado mucha información y la vastedad de éste impide recorrer cada planeta para obtener registros. Esto le lleva a concluir que puede deducir, bajo ciertas variables (como centrar su atención en el planeta capital), el destino del Imperio. Entonces Hari Seldon con ayuda del robot Daneel Olivaw, su pareja Dors Venabili y una serie de matemáticos, historiadores y psicólogos, comienza el desarrollo de la psicohistoria desde sus fundamentos y con ello prepara el camino para la creación de la Fundación, la perfecta sociedad de científicos.
[1] Grupo 362, Seminario de historia cultural, martes 17 de marzo de 2009.
[2] Biografías y vidas, página con contenido biográfico sobre Isaac Asimov, http://www.biografiasyvidas.com/biografia/a/asimov.htm (acceso marzo 5, 2009)
[3] Asimov, Isaac. Preludio a la Fundación (Barcelona: Debolsillo, 2004), 11-13, 461.
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