Por Luis Alejandro Magaña Licea
En el texto de Ginzburg se sigue el proceso inquisitorial contra un molinero llamado Domenico Scandella a quién le dicen Menocchio. A pesar de ser un simple molinero, se afirma que tiene una posición económica ligeramente superior a sus paisanos de la campiña del Friuli, una región bajo dominio de la república de Venecia. Se le inicia un proceso inquisitorial con motivo de decir herejías contra Cristo, la Biblia y la Iglesia. Todo mundo se sorprende de la fluidez de sus opiniones a pesar de ser un molinero.
En el transcurso del proceso, que consta de cuatro interrogatorios, primero se insta a Menocchio a decir si lo que sostiene lo oyó de alguien más. El indiciado sostiene que estas ideas son suyas propias. En particular destaca la concepción cosmogónica que tiene. Menocchio afirma que la creación del Universo se dio de manera semejante a la elaboración de un queso del que salieron Dios, los ángeles y toda clase de criaturas celestiales denominados gusanos.
A fuerza de preguntas y cuestionamientos y ante autoridades civiles y religiosas Menocchio da una serie de opiniones que circulan desde el protestantismo, el anabaptismo hasta el islamismo. También recuerda a varias personas con las que tuvo contacto como Nicolo de Porcia, pintor, quién supuestamente le transmitió esta forma de pensar. El 28 de abril de 1599, Menocchio sale libre y particularmente se hace mención de los libros que guarda en su casa y de si eran o no sospechosos a los inquisidores que registraron su domicilio.
Lo interesante es la forma en cómo Carlo Ginzburg aborda la concepción religiosa de un molinero en el siglo XVI en plena efervescencia por la Reforma protestante. Y puntualiza como idea principal que la preparación y los conocimientos de una persona pueden no llegar a influir en las ideas religiosas y espirituales que tenga y en el modo que tenga de expresarlas. [1]
En el transcurso del proceso, que consta de cuatro interrogatorios, primero se insta a Menocchio a decir si lo que sostiene lo oyó de alguien más. El indiciado sostiene que estas ideas son suyas propias. En particular destaca la concepción cosmogónica que tiene. Menocchio afirma que la creación del Universo se dio de manera semejante a la elaboración de un queso del que salieron Dios, los ángeles y toda clase de criaturas celestiales denominados gusanos.
A fuerza de preguntas y cuestionamientos y ante autoridades civiles y religiosas Menocchio da una serie de opiniones que circulan desde el protestantismo, el anabaptismo hasta el islamismo. También recuerda a varias personas con las que tuvo contacto como Nicolo de Porcia, pintor, quién supuestamente le transmitió esta forma de pensar. El 28 de abril de 1599, Menocchio sale libre y particularmente se hace mención de los libros que guarda en su casa y de si eran o no sospechosos a los inquisidores que registraron su domicilio.
Lo interesante es la forma en cómo Carlo Ginzburg aborda la concepción religiosa de un molinero en el siglo XVI en plena efervescencia por la Reforma protestante. Y puntualiza como idea principal que la preparación y los conocimientos de una persona pueden no llegar a influir en las ideas religiosas y espirituales que tenga y en el modo que tenga de expresarlas. [1]
No hay comentarios:
Publicar un comentario