1 de junio de 2009

SEGUIR LEYENDO

José Antonio Altamirano

 

El inexorable paso de los años va, paulatinamente, engendrando y proyectando diferentes estilos de vida, los cuales se convierten irremediablemente en patrones culturales. Las transformaciones culturales son, en esta inteligencia, una constante en la historia de la humanidad. Es altamente significativo el surgimiento de nuevos y diversos modos de relacionarse entre las familias en específico y las comunidades en lo general. Algunos de esos modos aparecen para quedarse en las prácticas cotidianas; uno de esos modos que aparecieron en determinada época histórica y ha perdurado en el ánimo de las colectividades de manera importante es la lectura en voz alta.

 

Roger Chartier en el texto “Ocio y sociabilidad, la lectura en voz alta en la Europa moderna” hace un análisis de caso para ejemplificar sus teorías acerca de la importancia de la lectura y de los textos como parte del contenido en la valija de los elementos culturales. Cuando se trasciende del plano de la individualidad a la colectividad, la lectura se convierte en un generador de lazos sociales. No se trata solamente de leer por leer, o lo que es lo mismo, como factor de entretenimiento baladí, sino como una posibilidad de interactuar y posibilitar el debate, de intercambio de ideas e incluso de aprendizaje colectivo para enfrentar las cuitas de la vida. Chartier encontró, en su estudio de caso, múltiples objetivos que se alcanzan en dicha práctica, entre los cuales se pueden mencionar los siguientes: como un regalo para un festejado, deseo de compartir un acuerdo, desarrollo de la cultura de la recitación oral, el servicio debido a un amo, intercambio conyugal, la educación filial entre otros. Otro, sin lugar a dudas, es el propósito religioso, la práctica de la lectura del evangelio a los hijos es un principio en Las Escrituras. Las comunidades protestantes lo llevaron a la práctica de una manera mas regular que las católicas. En la lectura en voz alta en el periodo analizado por Chartier, se deja ver el peso del clasicismo propio del antiguo régimen, porque aun cuando las clases bajas pudieran practicar dicha lectura, el acceso a los textos era mas fácil para las clases altas.

 

A lo largo del paso del tiempo y ante la desaparición del antiguo régimen la práctica se adaptó a los nuevos tiempos, haciendo uso de las herramientas tecnológicas contemporáneas; sin embargo, se fue opacando gradualmente al grado de ser hoy en día una actividad mas esporádica que periódica. El ejercicio de Chartier al revisar los ejemplo consignados en el texto analizado, me deja como conclusión el hecho de valorar una práctica que puede parecer simple en una primera vista. Sin embargo, tiene un alto contenido de factor de cohesión social, la cual va desde lo familiar hasta lo comunitario. El estrechamiento de las relaciones puede continuar su tendencia a la alza si se decide uno a seguir leyendo.

No hay comentarios: